domingo, 17 de septiembre de 2006

¿Vaquerequétchu??


Por fin en Semana Santa del 2002 cumplía el sueño de conocer Bocas del Toro, ese infinito archipiélago en el Caribe de Panamá, por demás está decir que es un paraíso.

Atacados por el hambre, siempre al asecho, nos fuimos a cenar al restaurante Le Pirate, conocido como El Pirata. Un restaurancito pequeño de madera construido sobre las cristalinas aguas del mar, con permanente música caribeña.

Cuando por fin logramos pedir la comida que queríamos la joven que nos atiende nos advierte que no hay para todos, que solo hay pollo para cuatro personas y no para cinco. Le pregunto que si no hay problema en traer comida de afuera para una persona y me dice que no.

Inmediatamente salgo y al frente me encuentro una venta de comidas pequeñita, un ranchito de latas de esos que se les abre una ventana por la que lo atienden a uno. Adentro, entre nubes de humo y olor a aceite caliente, había una señorona negra cocinando afanosamente. Pomposa la señora, pechugona, nalgona y con unos brazotes de levantapesas. Le pido que por favor me aliste un pollo frito para llevar, lo que inmediatamente hace sin decir palabra ni levantar mirada.

Mecánicamente lo prepara, lo echa en una bolsa y se voltea y me pregunta con esa voz intensa, aguda y chillona que caracteriza a las negras de este lugar: "¿Vaquerequétchu??..." Estoy convencido de que en Bocas han simplificado el español al máximo y le quitan cuanta consonante y vocal pueden a todas las palabras, además de que las pronuncian seguidas sin separación alguna. Como era de esperar no le entendí, y como siempre respondí con la misma pregunta: "Ah???..." Sin mayor inmutación la señorona negra me vuelve a decir la misma frase: "¿Vaquerequétchu??", ante lo cual, sintiéndome como tonto le digo: "¿Perdone???..."

Ya más impaciente y presurosa la señora me dice insistentemente con un tono aún más enérgico y agudo: "Ketchu, ketchu!!!!!!!!!! que si vaquerequétchu!!!!!!!!!!!", a la vez que levantaba y movía una botella de Ketchup Maggi. "Ahhhh, sí sí, está bien" le dije yo, una vez que entendí que se trataba de una salsa de tomate.

He vuelto a Bocas ya dos veces, y por más que lo intento, ante cualquier pregunta de un bocatoreño siempre me toca responder: "¿Ah???..., ¿Perdone?..., ¿Cómo dice? ..." Voy a tener que seguir yendo más seguido para aprender bien ese español.

1 Comments:

At 3:00 a.m., Anonymous Anónimo said...

Qué lugar más lindo!!!! Definitivamente es bello y a mí me parece un lugar sencillamente inolvidable, ese lugar fue mi primer paseo fuera del país, y el inicio de una nueva etapa en mi vida.
Qué nostalgia!!!!Pero al mismo tiempo qué bonito saber que tuve la oportunidad de conocer personas tan especiales como una "negrota "de una panadería, tan grandota como llena de cariño para los visitantes de la Isla, nunca olvidaré la cena de fin de año que preparó para los que fuimos a pasear ahí. Tampoco olvidaré a un gran amigo quien fue el que tuvo la idea de llevarme a conocer semejante lugar. Recuerdo cada momento, cada detalle como si hubiese sido ayer. Nuestro primer paseo juntos!!!!!! ojalá él lo recuerde con tanto cariño como yo

 

Publicar un comentario

<< Home