4 de noviembre del 2008

Después de tanta prepotencia y egoísmo, de tanto despojo y avaricia, de tantas cruzadas e invasiones.
Después de tanto verlos sucumbir en un tonto frenesí de consumo y opulencia, y asumirlos como un pueblo absurdo que no ve más allá de su nariz.
Después de no esperar nunca algo bueno de ellos y de casi resignarme a aceptar que nada cambiará.
Un hombre negro, hijo de un migrante africano, es electo presidente del país todavía más poderoso (y más dañino) del mundo.
Como un musgo necio, irreverente y desafiante, la esperanza tiene la osadía de aparecer de pronto hasta en las más frías y blancas paredes del mundo.
2 Comments:
Yes, we can!!!
que bonito que lo has dicho.
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