sábado, 18 de febrero de 2017

La consola

Después de más o menos 30 años de inútil bodegaje, hoy vendimos la consola de la casa de mi mamá. Para las nuevas generaciones y no tan nuevas, una consola es como el equivalente de un equipo de sonido pero de las familias de San José (y de Desampa en este caso) a finales de los 60 e inicios de los 70 (¡¡del siglo pasado !!!!!!).

Es más un mueble con parlantes incorporados, un tocadisco y un panel de control de sintonía de radioemisoras. Hacía juego con el televisor Hitachi de 4 patas ("de tubos"), blanco y negro, que había que esperar que se calentara para comenzar a ver algo y que se terminó de morir cuando las franjas negras superior e inferior de la pantalla terminaron por invadirla toda (los que me entienden sabrán de lo que hablo).

Ni qué decir de la refri Admiral amarilla, super rayada y gastada la pobre (porque las refris eran para toda una vida), que tenía la importante función de secar las medias, camisas y pantalones de los uniformes de esocolares y colegiales con su parrilla caliente que tenía en la parte de atrás.

Pero volvamos a la consola. Decía mi madre que ella trabajaba en Sylvania y que las fabricaban y vendían por montones, generalmente enchapadas con "formica" imitación madera oscura. Pero resulta que una serie forrada en "formica" blanca no se vendía, entonces las ofrecieron a los empleados a precio de oferta y seguramente con facilidades de pago. Fue así como tan suntuoso aparato fue a dar a la casa, calculamos que como en 1972.

Llegó antes de yo nacer, de modo que para mí fue un hecho dado que ya estaba ahí desde que tengo memoria. Recuerdo que se escuchaba los noticieros de Radio Reloj con absoluta devoción y rutina. Cuando el locutor decía "12 del día en Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, México y Chicago, 13 horas en La Habana, Quito y Panamá . . ." seguido del solemne Ave María, para ese momento ya había que estar bañado y terminando de comer para salir corriendo a la escuela.

Ni qué decir las noches de Año Nuevo con el clásico "10, 9, 8, 7, 6 . . . FELIZ AÑO NUEVO 1978 !!!!!!!!". Recuerdo un día en particular que mi madre cocinaba y en la consola sonaba el noticiero de Radio Reloj y de pronto se lanzó a subirle el volumen cuando el locutor decía con insistencia "¡¡¡hay Papa, hay Papa, tenemos Papa . . . hay Papa, hay Papa, tenemos Papa !!!!!" y yo no podía entender por qué el locutor anunciaba que había papas (yo imaginaba las de comer por supuesto), pero más me extrañaba la emoción y euforia de mi madre. No sé si habrá sido para cuando nombraron a Juan Pablo primero o el segundo, ambos en 1978.

Recuerdo que cuando yo hablaba o interrumpía me decían, "cállese que estamos oyendo las noticias", y yo decía, "¿pero entonces cuándo pueblo hablar??", "¡cuando digan los anuncios!" me decía mi mamá o mi papá, y así aprendí a diferenciar noticiero de anuncio y me recuerdo perfectamente uno: "Ropa íntima Ana, no somos lo mejor del mundo pero cubrimos lo mejor del mundo, fábrica de ropa íntima Ana" . . . mire usted lo que termino de entender a estas alturas !!!!

Recuerdo una Navidad en particular en la que mi papá compró discos "lonplei" (LP) y tenía una canción que decía "Son tus perjúmenes mujer, los que me sulivellan, los que me sulivellan, son tus perjúmenes mujer" . . . "y que viva Quincho Quincho Barrilete, el infantil de mi ciudad" . . . y "por ser primero de enero" y algo de "es el aguinaldo cariñoso, que nos manda el tío Sam" ...

Tiempo después la noticia de que derrocaban a Somoza en Nicaragua y la felicidad y emoción que eso generaba.

Había también unos discos de Glen Miller (que no me explico de dónde salieron) y el disco de Heidi, que no podía faltar con "Copo de nieve", "Pedro", "Abuelito dime tú" y demás éxitos del momento.

Qué impresionante cómo un objeto nos puede despertar tantos recuerdos y vivencias. Dice mi hermana que ella recuerda una vela que se hizo en la sala de la casa y que el ataúd se puso encima de la consola !!!!!! Bueno, un tercer uso no previsto por los fabricantes.


Una vez más los objetos se dañan, se deterioran, se almacenan sin uso hasta por 30 años, pero los recuerdos y las vivencias se mantienen intactas. ¿Qué cosas no?

1 Comments:

At 11:31 p.m., Blogger J.R. said...

Me hiciste trasladarme también a muuuuchos recuerdos de mi infancia muy similares a los tuyos y de lo cual hablamos largo y tendido en un improvisado desayuno de marzo 2002 luego q cancelaran una cleteada a Grecia. Me reí montones con lo del famoso TV de 4 patas... Qué maravillosa forma de escribir tienes,... gracias x enseñarnos tanto a través de tus historias, que más que eso son tus vivencias. Las de un ser humano único e invaluable.

 

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